jueves, 28 de agosto de 2008

desprendimiento de placenta

Desprendimiento prematuro de placenta

Definición

Es la separación de la placenta (el órgano que alimenta el feto) del sitio de implantación uterina antes de dar a luz.

Nombres alternativos

Separación prematura de la placenta; hemorragia accidental; ablación de la placenta; placenta abrupta

Causas, incidencia y factores de riesgo

Con frecuencia es difícil determinar las causas exactas del desprendimiento prematuro de la placenta. Las causas definibles y directas que producen esta separación son poco comunes (del 1 al 5%) y entre éstas están factores mecánicos, como trauma abdominal (por ejemplo un accidente automovilístico o una caída), pérdida súbita en el volumen uterino como ocurre con la pérdida rápida del líquido amniótico, el parto del primer gemelo o un cordón umbilical anormalmente corto (por lo general un problema que sólo se presenta en el momento del parto).

Entre los factores de riesgo que la predisponen se pueden mencionar:

  • Historia clínica de desprendimiento prematuro de placenta (después de un episodio previo la recurrencia es del 10 al 17%; después dos episodios previos, la incidencia de recurrencia excede el 20%).
  • La presión sanguínea alta durante el embarazo está asociada con un desprendimiento prematuro de placenta del 2,5 al 17,9% de incidencia. Esto puede ser causado por preeclampsia, eclampsia u otras condiciones. Aproximadamente el 50% de los casos de desprendimiento prematuro de placenta lo suficientemente severos como para causar muerte al feto están asociados con hipertensión.

Otros factores incluyen: edad avanzada de la madre, alto número de partos anteriores, aumento de la distensión uterina (como puede ocurrir con embarazos múltiples o una cantidad anormal y elevada de líquido amniótico), diabetes mellitus en la mujer embarazada, consumo de cigarrillos, consumo excesivo de cocaína y consumo de alcohol durante el embarazo (más de 14 vasos por semana).

La incidencia del desprendimiento prematuro de la placenta, incluso cualquier separación de la placenta previa al parto, es de alrededor de 1 de cada 150 partos. La forma severa, que produce muerte del feto, se presenta únicamente en alrededor de 1 por cada 500 a 750 partos.

Síntomas

Signos y exámenes

Durante un examen físico, se puede observar sensibilidad uterina y/o aumento del tono uterino. El sangrado en el embarazo puede ser visible u oculto.

Los exámenes que se realizan son:

Tratamiento

El tratamiento comprende reemplazo de líquidos por vía intravenosa, transfusión de sangre y control cuidadoso de la madre en búsqueda de síntomas de shock y de signos de sufrimiento fetal (ritmo cardíaco fetal muy alto, muy bajo o cambios anormales en el ritmo cardíaco del feto en relación con las contracciones).

Es posible que sea necesario practicar una cesárea debido al sufrimiento fetal o el sangrado de la madre. En caso de un feto todavía inmaduro y ante la evidencia de un poco de desprendimiento de placenta, la madre puede ser hospitalizada para observación y si no hay evidencia de que se presente el desprendimiento prematuro, se le puede dar de alta a los pocos días. Si el feto es maduro, se puede realizar un parto vaginal si el sufrimiento fetal y de la madre es mínimo; de lo contrario, se puede optar por una cesárea para proteger a la madre y al bebé.

Expectativas (pronóstico)

La mortalidad materna es poco común y su índice en diferentes lugares del mundo varía del 0,5 al 5%, pero el diagnóstico oportuno de la condición y una intervención adecuada deben disminuir dicho índice aún más. La tasa de muerte fetal varía del 20 al 35%. En aproximadamente el 15% de los casos, no se detecta el tono cardíaco fetal en el momento de ingresar al hospital.

El sufrimiento fetal aparece temprano en este trastorno en aproximadamente el 50% de los casos y los bebés que sobreviven tienen entre 40 y 50% de posibilidades de presentar complicaciones que van de leves a severas. Los factores desfavorables que pueden aumentar el riesgo de muerte de la madre o del feto son: sangrado vaginal en el embarazo que está oculto, pérdida excesiva de sangre que causa shock, ausencia del trabajo de parto, cuello uterino cerrado, al igual que un retraso en el diagnóstico y tratamiento.

Complicaciones

La pérdida excesiva de sangre puede provocar shock y la posible muerte de la madre y/o feto. Si el lugar de fijación de la placenta comienza a sangrar después del parto y la pérdida de sangre no se puede controlar por otros medios, se hace necesario practicar una histerectomía (extirpación del útero).

Situaciones que requieren asistencia médica

Se debe buscar asistencia médica de inmediato, llamar al número local de emergencia (911 en los Estados Unidos) o acudir al servicio de urgencias si la persona está embarazada y desarrolla síntomas de desprendimiento prematuro de placenta, ya que esto se puede convertir rápidamente en una situación de emergencia que pone en peligro la vida de la madre y del bebé.

Prevención

Se recomienda evitar comportamientos de riesgo como consumir alcohol, fumar y consumir drogas durante el embarazo, al igual que procurar atención prenatal oportuna y continua.

La identificación y manejo tempranos de condiciones de la madre como diabetes mellitus e hipertensión también disminuyen el riesgo de desprendimiento prematuro de placenta.

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